Paul Auster (1947) fue mundial reconocido como un escritor esencial en el panorama de la narrativa contemporánea con la publicación de tres novelas cortas reunidas en su libro La trilogía de Nueva York, que apareció entre los años de 1985 y 1987. Estudió en Columbia y trabajó un año en una excavación petrolera, vivió un año en Francia y después regresó a Nueva York en el año de 1974. Comenzó escribiendo poesía y algunos ensayos para el New York Review of Books y el Harper’s Saturday Review. Pero su consolidación llegó en definitiva cuando publicó la novela Leviatán, en 1992, donde cuenta la historia de un escritor comprometido que se convierte en un terrorista obsesionado con destruir todas las réplicas de la Estatua de la Libertad existentes en Estados Unidos.
Se ha insistido en que las novelas de Auster exploran las relaciones entre la realidad y la irrupción de lo fantástico. Sin embargo, pienso que no se ha escrito acerca de la fuerza ascendente que cobra la violencia en sus relatos. La increíble irrupción de fuerzas que se colapsan alrededor de sus protagonistas parece diluirse o asimilarse a la estructura de las acciones. La situación violenta va desde la guerra, pasando por la paranoia y el suicidio, hasta la agresión y el asesinato.
La noche del oráculo, su novela más reciente antes de The Brooklyn Follies (2005), ya cuenta con tres ediciones castellanas desde noviembre de 2004, cuando fue publicada por la editorial Anagrama. La narración está construida a partir del principio estructural, ya clásico, de las cajas chinas. El escritor Sidney Orr, el protagonista de esta historia, después de recuperarse de una enfermedad y estar a punto de morir, inicia la escritura de una nueva novela. Aprovechando los momentos de soledad, concibe la historia de Nick Bowen a partir de una anécdota de El halcón maltés (1930), del escritor Samuel D. Hammett. La vida de Nick Bowen parte de una analogía central en la historia de Flitcraft, personaje que aparece fugazmente en la novela de Hammett y que estuvo a punto de morir cuando una viga se desprendió de un edificio de diez pisos y cayó a centímetros de él. A partir de ello, el personaje de Hammett decide abandonar la vida que lleva, alejándose de su familia, de su trabajo y sin tomarse la molestia de llevar dinero consigo, tratando de destruir su vida a través del azar, como un Wakefield urbano.
La historia, contada a Sidney Orr por su entrañable amigo John Trause, también escritor y también enfermo, termina por seducirlo y parte de ella para que Nick Bowen, su personaje, esté a punto de morir cuando una gárgola se desploma en mitad de una noche profética. Nick interpreta esto como una epifanía del destino y decide abandonar a su esposa y a su trabajo. Viaja a Kansa City donde conoce a Ed Victory, un taxista extravagante, ex combatiente en la Segunda Guerra Mundial y que, asqueado de las visiones de masacre en los campos de extermino en donde contribuyó para liberar a los judíos no ejecutados, decide organizar una colección enorme de directorios telefónicos de diversos países con el afán de encontrarse con un misterio total.
Nick Bowen, personaje del escritor ficticio Sidney Orr, también se obsesiona con la lectura del manuscrito de una novela inédita que le han llevado, de una autora famosa en los años veinte y treinta. El título de dicha obra es La noche del oráculo (escrita presuntamente en 1927) donde se cuenta cómo Lemuel Flagg, moderno Tiresias y soldado en la Primera Guerra Mundial, queda ciego cuando explota un mortero en su trinchera y adquiere con ello el don de la profecía, a lo Tiresias. Mientras experimenta graves accesos que lo llevan al borde de la muerte, la mente de Flagg comienza a llenarse de imágenes del futuro. Regresa a la Gran Bretaña y se convierte en un personaje famoso a causa de su don. Conoce a Bettina Knott, su futura esposa. No obstante, antes de que se celebre la boda obtiene una visión en la cual se le dice que Bettina lo traicionará antes de que acabe el año. Ante este hecho, Flagg decide suicidarse. La obsesión es vertiginosas: Paul Auster, autor empírico, atraído hacia Sidney Orr y éste a su vez por Nick Bowen, quien a su vez lee una novela seducido por su protagonista, Lemuel Flagg.
Orr, estancado en una situación sin retorno, suspende por algunos días la escritura de su novela tentacular. Sin trabajo, dependiendo de su esposa Grace, comienza a explorar un mundo contradictorio, regido por el destino y el azar. Como superviviente de un terrible mal, Orr parece tocado por una fuerza privilegiada que potencia en el texto, el cual se convierte en un verdadero oráculo personal. Pero los sucesos violentos que comienzan a desatarse a su alrededor llevan a Orr a meditar acerca del pasado, el presente y el futuro y su relación con la escritura. Al fracasar en la redacción de una adaptación para Hollywood, basada en La máquina del tiempo de H. G. Wells, Sidney Orr retoma la historia suspendida con resultados inimaginables.
Aunque Orr cree conocer a la perfección a su esposa Grace, comienza a dudar de ella porque se da cuenta que no sabe nada de su pasado. El lazo sentimental, casi paternal, entre su esposa y Trause, su mejor amigo, comienza a inquietarlo a tal punto que sospecha de ambos y traza un triángulo misterioso, un vínculo que va más allá de los simples celos y la enemistad profesional. La relación tripartita será abruptamente interrumpida por Jacob, el hijo conflictivo de Trause. Un joven punk y drogadicto, enredado en turbios negocios de robo y tráfico, se convierte en la fuerza enigmática que nutre parte de la fuga de esta imperdible novela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario